Sang nouveau [Capitulo 10 - 10/enero/11]

Bueno aqui les dejo este fic
Es de MCR
Espero que les guste
Y me dejen sus comentarios

Capítulo 1: a bit of luck
Sola, entre las sombras de la noche, así me encontraba, mi vida era un infierno… jaja mi vida, que ridículo y patético se escucha eso de mi boca; lo que tenía, no podía considerarse vida, sin embargo, sí que era un terrible infierno.
Desde hacía tantos años que no disfrutaba nada, que vagaba sin rumbo, que buscaba algo sin poder encontrarlo, sin embargo, no podía parar, no podía frenar mi forma de “vivir”, parecía una maldición.
Necesitaba a alguien que pudiera ofrecerme algo interesante, que me entretuviera por lo menos por algún tiempo, antes de que decidiera que sería mi siguiente víctima, ¿qué más podía hacer? Estaba condenada a seguir a través del tiempo haciendo lo mismo, seguir en la monotonía.
Recuerdo bien cuando era una verdadera jovenzuela, me gustaban las emociones, buscar cosas nuevas, y romper las reglas. Nunca escuchaba a quien me contradecía, y siempre habría de demostrarles que yo era la que estaba en la razón
Amaba la música, la llevaba en mis venas, la sentía dentro de mí, y, si no fuera porque ahora es imposible, diría que sigue existiendo en mí… pero no es así. Fue por eso que conocí a aquel sujeto, que me ofreció todo lo que quería, lo que deseaba, y lo seguí, sin importarme lo demás.
Poco a poco fue seduciéndome, hasta el grado de que ya no pude resistir más, y le dije que daría todo por él; sonrió, y sin decir más se me acercó lentamente, empecé a sentir su respiración helada en mi rostro, y bajaba lentamente hasta llegar a mi cuello… y ahora, estoy aquí, sola…
Me la pasaba evadiendo a la gente, no quería que me miraran, porque, a pesar de que sabía que eran demasiado estúpidos para descubrir mi condición, no quería correr ningún riego, a menos que yo decidiera que debían saberlo, para luego callarlo por siempre.
Yo no tenía un hogar, iba de un lado a otro, conocía todo el mundo y no era exageración, después de todo, ¿Qué más podía hacer sino buscar en otros lados después de que ya me había aburrido del mismo sitio?
Una noche, mientras vagaba por un vecindario de Nueva Jersey, en una calle desconocida, ya que nunca pongo atención en eso, vi a un par de chicos ir no muy lejos de donde yo me encontraba, y de ahí en adelante las cosas fueron diferentes.
Uno de ellos, era tan parecido a él, eran casi idénticos, y no pude evitar recordar a aquel tipo que me había condenado y después había desaparecido, me había abandonado, maldecido…
Me acerqué sin hacer ruido y los seguí un par de cuadras, uno de ellos tenía más el aspecto de alguien como yo, pero sabía perfecto identificar a alguien de mi condición, y él no lo era, pero no era él el importante, sino su acompañante, ese hombre, captó toda mi atención.
Llegaron a una casa, donde él se quedó y el otro sujeto se marchó; lo espié por una de las ventanas, ya que tenía muchas, de la que supuse era su casa, y vi la que debía ser su habitación. Era algo desorganizado, pero va, quien era yo para decir de esas cosas, si nunca me importó.
No pasó mucho tiempo de eso, cuando tomó una guitarra y empezó a producir un sonido tan embelesador que me tuvo ahí por mucho tiempo, mientras lo miraba sin perder ni un detalle, estaba haciéndome recordar tantas cosas, estaba produciendo tales emociones, un amor y un odio tan profundo mezclados…
Era idéntico a lo que había hecho él para atraerme, había tocado para mi noche tras noche, mientras yo lo observaba, mientras yo lo adoraba, y él lo sabía, sabía que me tenía ahí y que podría lograr que hiciera cualquier cosa para seguirle… maldito Ian.
Ian era su nombre, desde que lo supe, fue como no conocer más palabras, él y todo lo que él hacía es lo que salía de mi boca, era como mi dios, sentía que me comprendía, que buscaba lo mismo que yo y que nadie me haría daño jamás teniéndolo a mi lado… y el muy maldito solo me utilizó.
Y este chico, que aún desconocía quién era, había tenido mala suerte, pues se había atravesado en mi camino, y al ser la viva imagen de Ian , tendría alguna consecuencia en su vida, pobre inocente, no sabía lo que le esperaba.
Después de aquella noche, volví cada noche a escucharlo tocar, a observar qué hacía, tenía que saber lo más que pudiera descubrir, o no podría llevar a cabo mi plan. A veces lo seguía también durante el día, era algo inevitable de hacer.
Descubrí que tenía una pequeña banda de música junto con sus amigos, uno de los cuales era el chico que lo acompañaba la primer vez que lo vi, lo sé porque los llegué a ver más veces juntos, porque no había podido ver a los demás, ya que a veces me desaparecía de su lado y buscaba la forma de conseguir nuevas fuerzas.
Sus ojos parecían cambiar con el brillo del sol… yo odiaba el sol, para mí, la noche era más atractiva, más hermosa, y mejor para hacer las cosas. Él sin embargo, disfrutaba igual ambas partes del día.
Alrededor de dos semanas de estarlo siguiendo, decidí instalarme en su hogar, claro, sin que él se diera cuenta; descubrí que tenían un pequeño sótano que prácticamente nadie usaba, solo bajaban de vez en cuando para guardar una que otra cosa que les estorbaba en otra parte de la casa. Todo estaba lleno de cosas antiguas, cosas que supuse que eran de su madre, quizá de su abuela, y claro, cosas de él cuando era pequeño, como juguetes o trajes de niño ridículo; siempre había odiado que me vistieran como niña estúpida y bien portada, como si eso dijera algo realmente de lo que eres, de lo que sientes.
Que importaba todo eso al fin de cuentas, lo que importaba es que era lo suficientemente oscuro para mí, lo que necesitaba para seguir cerca de él. Cuando él decidía bajar, me escondía entre el montepío de cosas, no era demasiado alta y era más bien delgada, por lo que no me era difícil. Él iba a pensar ahí, cuando necesitaba sentirse solo y estar en silencio, podía saberlo, su mente era clara para mí, era tan como yo cuando conocí a Ian… y siempre Ian, siempre regresaba a mi cabeza y el odio volvía revivir en mí, al ver a un joven tan hermoso como lo era él.
Uno de esos días en que compartía su soledad sin que él se diera cuenta, estuvo a punto de descubrirme, ya que tuve uno de esos recuerdos malditos que me hacían rabiar mientras lo miraba, y entonces hice un movimiento brusco, haciendo que algunas cosas cayeran del lugar donde se encontraban. Él se sobresaltó y se acercó lentamente a donde yo me escondía… estaba a punto de ser descubierta, cuando alguien lo llamó de arriba.
- ¡Frank! ¡Sube un momento por favor!
El chico miró a donde me encontraba entre penumbras y se fue; yo me fui del lugar, sabía que regresaría, pero cuando lo hizo, yo ya no estaba en el mismo lugar, ahora lo observaba de otro sitio…

Grax x sus comentarios
Espero ke lo sigan leyendo
Aki dejo el capitulo 2

Capítulo 2: I can’t always just forget her
2 semanas, si, ese es el tiempo que he estado sintiéndome extraño, es como si alguien estuviera siempre a mi lado, pero curiosamente, no hay nadie. Sería agradable que lo hubiera, pero, ¿Qué haces cuando tienes a tu lado a alguien invisible? Por lo menos para tus ojos…
Se lo había comentado a Gerard solamente, ya que con él salía algunas veces a pasear, a veces se nos ocurría de repente, y algunas después del ensayo, aunque él insiste en que es una tontería, que es solo me imaginación. La última vez que “me sentí normal” iba precisamente con Gerard hacía mi casa; me puse a tocar, me relajaba mucho, y después podía dormir plácidamente.
Después de esa vez, sentía miradas sobre mí, y no sé, quizá es mi imaginación, aunque siempre he sido muy receptivo, ¿Por qué en esta ocasión habría de equivocarme?
Tenía tiempo sin enfocarme a algo más que no fuera la música, mi banda era lo único que me importaba, quería que fuera exitosa, que escucharan nuestra música, a pesar de que yo no fui quien dio la idea de iniciar, ni tampoco era el vocalista. Por eso, todas las noches, además de relajarme para dormir, me gustaba ensayar para siempre ir mejorando.
Cuando no estaba ensayando, con la banda o de paseo, me gustaba ir al sótano, ese lugar olvidado por todos menos por mí, había demasiadas cosas, con las cuales, había podido formar un lugar cómodo para ir a pensar, en qué, solo yo sé, todos los días pasaban cosas diferentes por mi mente.
Cuando había estado afuera, bañado por la luz del sol, el sótano era la contraparte de eso, era un lugar oscuro, porque, como era el lugar de las cosas que estorbaban en la casa, solo había un foco de poca intensidad, no era adecuado para gente demasiado nerviosa que sentía que monstruos y fantasmas saldrían de la nada, aunque eso sería interesante jeje…
Pero ahora estaba inquieto, inconforme, raro…ni siquiera sabía que quería, desde un tiempo para acá, sentía la necesidad de algo nuevo, y se mezcló con la inquietud, sobre todo desde que me encontré con una chica en la calle.
Era una chica como de mi estatura, delgada, su cabello le llegaba a la mitad de la espalda, muy negro y lacio, su piel era extremadamente blanca, o más bien, pálida, no pude ver sus ojos bien, pero parecían de un color miel muy extraño, o quizá solo fue que no tuve el tiempo de observarla bien, además de que su cabello cubría buena parte de ellos.
Yo iba caminando con Gerard, y ella venía hacía nosotros; cuando la vi, fue como detener el tiempo, me embobó, es la verdad. Cuando llegó a mi lado, me dirigió una mirada tan maliciosa, para luego sonreír de igual manera.
- ¡Frank!
- ¿Qué?
- Estoy hablándote, y no me pones atención
- Perdón, es que…
Volteé para verla de nuevo después de la interrupción de Gerard, pero había desaparecido…seguro que caminaba muy rápido.
- ¿Qué tienes?
- Nada, es solo que, ¿no viste a esa chica?
- ¿Qué chica? Yo no vi a nadie
- Olvídalo
Nos dirigíamos al ensayo cuando eso sucedió, y, por primera vez desde que estaba en la banda, toqué muy mal, no estaba concentrado, y es que esa chica me había transmitido incertidumbre, me miró como si me conociera, y ella se me hacía tan familiar a pesar de saber que no la había visto en toda mi vida.
- Se termina el ensayo –dijo Gerard de mala gana
Todos protestaron menos yo, aunque claro, yo era el motivo de la cancelación de dicho ensayo
- Frank, no podemos continuar si no te concentras
- Lo sé, pero, hoy no puedo
- Pues cuando puedas, avísanos
Gerard estaba molesto, siempre me esforzaba mucho en los ensayos, y le ponía bastante atención, y había fallado en ambas cosas. Me despedí de todos y me fui a mi casa.
Llegué a tirarme en mi cama, quería dormir, por lo menos un rato, sentía que lo necesitaba, como si hubiera sido un día realmente pesado, y ni siquiera lo había sido, porque en realidad no había hecho nada, todo me había salido mal,
Me quedé dormido desde la tarde y para mi sorpresa desperté al día siguiente, aunque no muy tarde. Me levanté aún algo somnoliento, y después de algunos bostezos, decidí tocar un rato.
Tomé la guitarra y me dirigí a la ventana, era un día muy soleado, no como el día anterior, que había estado un poco nublado. Comencé a tocar, ya lo hacía como siempre, ya podía sentir la música como todos los días, pero aquella chica no desapareció de mi pensamiento en todo lo que tuve la guitarra.
Luego, decidí que era tiempo de bajar al sótano nuevamente, quería estar solo, sin que nadie me molestara, y pensar, pensar en ella, si, porque era lo único que tenía en la cabeza desde el día anterior.
Directamente de mi habitación al sótano, sin saludar a nadie, aunque mi madre vio que me dirigía hacía allá. Siempre me decía que qué era lo que me gustaba de ahí, si eran cosas viejas y arrumbadas, pero nunca le contesté la pregunta.
- Por lo menos ya que bajas deberías limpiarlo de vez en cuando
Hice caso omiso de dicha recomendación, si es verdad que no lo tenía tan descuidado, lo había arreglado simplemente a como yo quería que estuviera, pero no me ponía a limpiarlo, salvo a una que otra vez que ya estaba demasiado sucio.
Estaba recostado en algunas sábanas, intentando realmente no pensar, porque además de la chica, aún estaba eso de que me sentía observado… justo lo estaba logrando cuando un ruido se escuchó no muy lejos de donde yo estaba, como si algo se hubiera caído.
Me levanté enseguida para ver que era, ni siquiera podía decir que un gato, porque no teníamos y era imposible que alguno ajeno entrara ahí, estaba bastante encerrado.
- ¡Frank! ¡Sube un momento por favor!
Ahí estaba mi madre interrumpiendo justo ahora, dirigí una mirada al lugar de donde parecía haber provenido el ruido, para luego subir.
Ni siquiera era importante lo que mi madre me dijo, así que bajé lo más pronto que pude y me acerqué de nuevo al lugar del ruido, pero, por más que busqué, no había nada que hubiera podido causarlo… era eso que me estaba observado, casi lo podía asegurar, aunque no supiera que o quien era...

Gracias por los comentarios
Espero que sigan leyendo
Aqui les dejo la continuación

Capítulo 3: Have you heard the news that you're dead?
Lo logré, logré captar su atención como era mi objetivo, era el primer paso para desatar todo lo demás. Desde aquel momento en que decidí que era momento de que Frank me conociera, todo resultó como lo deseé, mi mirada lo cautivó, lo sé, me ha tenido en su pensamiento desde ese entonces, y poco a poco, se irá consumando mi plan.
También logré distanciarlo un poco de su amigucho ese que casi siempre lo acompañaba, Gerard creo que se llama, ja, parece que le molestó que le quitara la atención de su amiguito, pero para mí está más que perfecto, él solo estorbaría.
Lo he seguido observando, ha tratado con insistencia de buscar alguna pista de mi en el sótano a raíz del ruido que hice sin querer, pero soy lo suficientemente cuidadosa para que no me vea, por lo menos hasta que tenga que hacerlo nuevamente, pero eso es solo mi decisión.
No he podido ir cuando va a sus ensayos, generalmente utilizó ese momento para ir a cazar algo que me haga seguir… pero llegará el momento en que lo haré, necesito ver que tan difícil es que esté lejos de sus amigos.
Los amigos… recuerdo que alguna vez los tuve, esa bola de chicos que les gustaban las mismas cosas que a mí, me comprendían y pasaban el tiempo conmigo. Hasta que conocí a Ian, fui tan estúpida, los abandoné por él, creí que una sola persona podía darme todo lo que ellos me daban, que pensamiento tan jodidamente idiota.
- Ven Alicia, yo puedo mostrarte todo lo que deseas
- Pero, es que, mis amigos…
- Ellos no pueden darte lo que yo, lo sabes, ¿no?
- Si pero… quisiera seguirlos viendo
- Por ahora debes estar solo conmigo, ¿vienes o no?
Estaba decidido a irse sin mí si no aceptaba, y no quería perderlo, seguramente mis amigos lo entenderían…
- Está bien, me iré contigo
Ian sonrió, lo había logrado, pero en aquel momento fui demasiado tonta para ver sus intenciones. Como dije, me fui con él. Su casa no era demasiado grande, lo suficiente para él y alguno que otro invitado. Su casa estaba muy oscura, casi sin ventanas, pintada de colores oscuros, se me hizo algo tan genial, que ni siquiera pregunté el porqué de esas decisiones de estilo.
- Te mostraré todo, como soy, mi forma de vida, mis secretos…
Debo admitir que esa frase me emocionó de una manera impresionante, pensé que Ian estaba muy interesado en mí, y de verdad lo estaba pero no de la manera que yo lo pensaba.
Nunca avisé en mi casa donde estaba, me importaba poco lo que sintieran, mientras yo me sintiera bien, era más que suficiente.
- Alicia, eres muy bella, ¿sabías?
- Lo sospechaba –contesté sonriendo -, ¿te gusto?
- ¿No es obvio? Te traje a vivir conmigo
Sonreí satisfecha ante su respuesta, sabía cómo ser halagador.
- Y quiero que sepas que, estarás conmigo para siempre
- Para siempre es mucho tiempo, ¿acaso pretendes vivir eternamente? –dije sarcásticamente sonriendo
Ian sonrió y después soltó una carcajada que me hizo dejar de sonreír, había sido una carcajada tan siniestra que me provocó escalofríos.
- Cuando digo para siempre, es para siempre Alicia
No dije más, seguro que estaba jugando, nadie podía vivir eternamente, por mucho que lo quisiera…
Los días pasaron, nunca noté nada anormal, ni en él ni en la casa, se supo ocultar muy bien, yo, simplemente seguía ahí, alimentándome de sus palabras, de sus besos y de su música, tocaba hermoso, y él en sí lo era. Después de dos meses, todo pasó en un momento
- Alicia, ¿alguna vez has deseado vivir eternamente?
- Nunca lo había pensado –dije algo extrañada por la pregunta -, pero, para que vivir eternamente si nadie a quien quieres estará contigo
- ¿Y si te digo que puedo hacer que vivas eternamente conmigo?
- Pensaría que estas bromeando
- ¿Qué estarías dispuesta a hacer por mí?
- Lo que sea…
- Eso me agrada –dijo sonriendo -. Entonces, ahora quiero que hagas algo por mi
- Dime
- Shhhhh, no digas nada
Obedecí, no dije una palabra más, mientras se me acercó lentamente, empezó a acariciar mi rostro, sentía su respiración, sus manos se paseaban por mi cintura mientras me besaba apasionadamente, sus besos me mataban. Poco a poco, sus labios fueron bajando hasta llegar a mi cuello, yo moría con su seducción y de repente, sentí un dolor tan intenso como nunca antes hubiera imaginado que pudiera sentir.
Grité hasta quedarme sin voz, pero luego me desvanecí, no supe cuanto tiempo pasó antes de que despertara, la sonrisa de Ian estaba adornada con sangre, yo me sentía muy débil e Ian me observaba satisfecho.
- Ahora vivirás eternamente Alicia, ¿no eres feliz por eso?
- ¿Qué hiciste?
- Te di la inmortalidad
- ¿De qué hablas?
- ¿No te has dado cuenta? ¿nunca sospechaste de mis largas ausencias? ¿que nunca me veías dormir? ¿de mi casa oscura? Alicia, por favor, te creía más inteligente
Mi mente estaba pensando en tantas cosas que esas palabras me producían, pero no pronuncié palabra, aún me sentía mal, me faltaba el aire, además, Ian tenía que explicarme todo… todo.
- Alicia… soy un vampiro
- Eso no es posible
- Claro que si, y te tengo una noticia querida, ahora tu también lo eres
- ¡No! ¡No es cierto!
Ian soltó una carcajada mientras me veía, ahora se burlaba de mí, se le veía en su cara, el muy maldito logró su propósito.
- Ahora Alicia, como no sabes nada de esto, harás lo que yo diga. Primero, nos iremos de aquí, he estado teniendo problemas con algunos de nuestra especie, y es mejor apartarnos
- ¡Vete al carajo!
Esta vez parecía enojado, era un imbécil, ¿creía que podía mandarme como una vil criada? Pues le tenía noticias yo también, ya no era la tonta que hacía lo que él quería, acababa de terminar con eso
- ¿Ah sí? Bueno querida Alicia, veo que estas desaprovechando tu nuevo estado, tu nueva vida, ¡Y si me dices que me vaya al carajo entonces vas a sufrir tu sola, porque no tienes idea lo que es ser un vampiro! ¿No quieres mi ayuda? ¡Entonces consúmete en el tiempo sin poder morir!
Ian salió de la habitación con una ira enorme que lo consumía. Yo por mi parte, me recosté en la cama, apenas me recuperaba por toda la sangre que había tomado de mí. Pasaron muchas horas, días, incluso semanas, y yo, nunca pude dormir, me sentía como muerta en vida, y de Ian, no supe más, cuando se fue, se había ido para siempre de mi lado, me abandonó a mi suerte… cumpliría su promesa de dejarme consumir en la eternidad.
Y ahora, era de noche, otra de esas noches en las que jamás podía dormir, y lo único que podía hacer era ver a Frank dormir, era bello como aquel demonio del que alguna vez estuve enamorada. Ahora Frank saciaba mi sentimiento de soledad, y yo la de él, ahora mismo, estaba metiéndome en sus sueños…

Capítulo 4: Honey, what are you gonna do?
Desperté bañado en sudor, ya que cada noche, sin que faltara una sola, soñaba con ella, con esa chica extraña que había visto días atrás. Era bella, no podía negarlo y desde que la vi no había tenido un rato sin que la tuviera en la cabeza. Estaba adueñada de mis pensamientos.
Cuando estaba en casa, cuando iba a ensayar, aún cuando bajaba al sótano ella estaba presente. Y era extraño, porque noche tras noche era el mismo sueño. La veía venir en la oscuridad, venía hacía mí y me miraba seductoramente, pero cuando estaba por acercarme, ella solo reía y se alejaba, dejándome solo.
De verdad he llegado a pensar que estoy loco, ¿Cómo puedo estar tan obsesionado con alguien que no sé quién es? Pero es algo que no puedo evitar.
Gerard está enojado conmigo, dice que ya no soy él mismo, que ya nunca le pongo atención, y cuando le hablo de ella prefiere irse y dejarme solo, dice que estoy mal de la cabeza por pensar en esa ‘tipa’ que ni siquiera conozco. Aunque tal vez tenga razón.
Nadie más sabe de ella, no le he comentado a ninguno de los chicos, ¿de qué serviría? Tal vez me digan lo mismo que Gerard… o quizá no. Ray no creo que me pondría demasiada atención, Bob empezaría a bromear con el asunto, definitivamente Mikey sería el más sensato, el único que me pondría atención, pero no hablaré con él… por lo menos no aún.
He estado pensando si habrá alguna manera de encontrar a la chica, de verdad quisiera poder platicar con ella, saber de ella… pero, es tan remota la posibilidad de que la pueda encontrar, aquella ocasión pareció ser una mera casualidad.
Justo pareció que alguien hizo realidad lo que quería hacer, y esa noche, en lugar de tener el mismo sueño recurrente, fue algo más. Era ella, pero escuché su voz, era melodiosa y misteriosa, como toda ella. Estaba en un callejón, que se encuentra cerca de mi casa, Gerard y yo pasábamos de vez en cuando por ahí después de los ensayos, aunque últimamente regreso solo a casa.
Tenía una tarántula entre sus manos, eso sí que llamó mi atención, generalmente las chicas que conozco le temen a toda clase de bichos, arácnidos o reptiles, pero ella parecía bastante entretenida con ella. Me acerqué poco a poco al quicio donde ella se encontraba sentada, y entonces levantó la mirada.
- Hola Frank, te estaba esperando
Una emoción rara recorrió mi cuerpo, ella en ese lugar y de noche… me dio un escalofrío rápido, que desapareció en cuanto estuve frente a ella. La chica se puso de pie y sonrió un poco mientras extendía su mano para que tomara la tarántula en mis manos, a lo que dudé en aceptar.
- Tómala, no te hará daño si no se lo indico
Me sentía parte de un juego, un juego que estaba creando desde la vez que la conocí, y es que no creía que fuera una coincidencia que la soñara noche tras noche, parecía que estaba marcado que tenía que suceder.
Tomé la tarántula después de un momento de dudar, mientras ella posó su mano en mi mejilla, estaba fría, helada, pero hizo que mi sangre hirviera con ese solo movimiento, era tan bella…
- Temía que no quisieras venir
- Te he estado buscando, pero solo puedo verte en mis sueños
La chica sonrió, solo decía unas cuantas palabras mientras yo estaba desesperado por saber que era lo que estaba pasando.
- No te desesperes Frank, todo irá poco a poco
- Pero… ¿Quién eres?
- ¿Crees que es importante que sepas eso?
- Si, así quizás podría encontrarte cuando esté despierto
Su mano recorría mi cara desde que la había puesto en mi mejilla, y ahora se posaba sobre mis labios, para luego retirar su mano mientras me miraba directamente a los ojos. Los de ella eran de un color miel casi llegando a verdes, eran hermosos, encantadores.
- Podrás encontrarme cuando desees, no necesitas que te diga mi nombre para eso ¿o sí? Estoy aquí ahora
- Sí, pero… ¿Cómo se que esto es real? Estoy soñando, estoy completamente seguro de eso, no sé si deba creer que puede volver a pasar cuando no esté durmiendo
- Pero Frank, te he estado acompañando día tras día, noche tras noche, ¿no puedes sentirme?
- Si, tú eres quien estaba en el sótano, ¿no es así?
- Podría decirse que sí, aunque no es verdadero completamente
- ¿A qué te refieres con eso?
- Que estaba ahí porque tú querías que estuviera, solo por eso
- Pero quiero que estés físicamente y pueda estar contigo, verte y…
De nuevo puso su mano en mis labios impidiéndome terminar lo que quería decir; se acercó más a mí, quedando a unos cuantos centímetros de distancia.
- Llegará ese momento Frank, ten por seguro que sí
- Ya no sé si creerlo…
- ¿Quieres una prueba? La tienes en tu mano
Recordé que aún tenía la tarántula ahí, y después de una mirada y una sonrisa de la chica, la tarántula me atacó, lo que hizo que la soltara inmediatamente, mientras empecé a sentir un dolor muy intenso.
- Alicia es mi nombre, es todo lo que debes saber por ahora
Su voz se había escuchado distorsionada, mientras yo empezaba a sudar y seguía sintiendo aquel intenso dolor.
Me senté por inercia en la cama, seguía sudando, pero el dolor había desaparecido; me levanté, encendí la luz, y me miré en el espejo, estaba agitado por ese sueño, pero… mi mano estaba roja e hinchada, era obvio que no había veneno en mi cuerpo, pero el animal si me había mordido, aún estaba la pequeña marca ahí. Era definitivo, Alicia no era un simple sueño, era más real de lo que imaginaba.

wow!!!!!!!!!!1 muy bueno el fic!!!!!!


seguiiii, me muero de la intriga!!!!!

faaa...nunca me habria imaginado q era un vampiro o__o
seguilo q esta re bueno!!!!

Grax x leer
espero que les agrade como avance
aqui el sig cap

Capítulo 5: Black is the kiss
Justo como lo planeé. Las cosas se estaban dado a pedir de boca, tenía a Frank en mis manos, podía asegurarlo, de no ser así, sería fácil que me evitara, pero no quiere eso, me busca y eso me gusta. Quizá se asustó un poco con mi pequeña presentación, pero sé que con eso menos me quitará de su pensamiento.
Mis pequeña tarántula ha sabido obedecerme bien, he notado que tengo cierto poder sobre ellas, quizá por todas esas cosas que han dicho de nosotros, no lo sé, ni siquiera sé si yo podría convertirme en uno de esos misteriosos animales, pero aún así, no lo haría, me ayuda mucho mi forma humana.
Frank ha estado pensativo, no le ha dicho a nadie sobre nuestro encuentro, seguro piensa que lo creerán loco, y si, supongo que es lo más probable, no creo que muchas personas le crean que una tarántula lo ha mordido en su sueño y tenía la hinchazón al despertar.
He estado preguntándome quien es Mikey, Frank lo ha estado mencionando últimamente, creo que piensa que ese sujeto puede ayudarlo o algo, espero que no se le ocurra meter a alguien más en esto, porque de todas maneras tendré que alejarlo de Frank, como lo hice con Gerard, eso fue pan comido.
- Si, si, quizá él me pueda ayudar, si es que acaso me cree… no sé qué hacer, ¡no sé!
Frank daba vueltas en su habitación, era tan divertido ver su desesperación, me hacía sentir bien tener tanto poder sobre el chico.
Quería saber más de mí, así que varios días después de aquel ‘sueño’, decidí acercarme más, complacerlo solo por esa vez, claro, solo porque también era parte de mi plan.
Toqué el timbre de la puerta y no pasó mucho tiempo antes de que una señora atendiera, seguro que era su madre.
- Buenas tardes –dije amablemente y medio sonriendo -, busco a Frank
- Sí, claro, ¿Quién lo busca?
- Ah, soy la prima de Bob, no sé si lo conozca, él seguro me recuerda
- Si, conozco al chico, está en la misma banda de mi hijo, ahora lo llamo
Sonreí levemente de nuevo. Las ropas que me había conseguido no eran de mi total agrado, se los había quitado a una chica que había encontrado una noche vagando, pero parecía de típica dulce adolescente, y eso levantaría menos sospechas.
- Frank, una chica te busca en la puerta
- ¿Qué chica?
- Dice que es prima de Bob
- ¿Prima de Bob? Creo que no la conozco
- Pues ella asegura lo contrario –dijo la señora algo impaciente -, baja de una vez, y ya sabrás si la conoces o no
Pasaron unos cuantos minutos antes de que escuchara el sonido de las escaleras, se estaba acercando, yo me encontraba de espaldas en la puerta, por lo que no pudo reconocerme hasta que llegó a mí.
- Disculpa, ¿Quién…
Frank calló inmediatamente al girarme hacía él, su cara de sorpresa fue tan gratificante que no pude evitar sonreír de nuevo.
- Alicia
- Hola Frank, me agrada ver que me recuerdas
- Como no hacerlo –dijo atónito aún -, ven, pasa
Caminé a la par con él, debía fingir que no conocía su casa, y él tenía que guiarme, aunque estuvo a punto de chocar varias veces con paredes por estarme observando, minuciosamente diría yo.
Llegamos a su habitación, me senté en la cama sin invitación, pero él no dijo nada.
- Nunca pensé que vendrías
- Si te molesta puedo irme –dije levantándome de la cama
- ¡No! Para nada –dijo tomándome del brazo -, estás helada
- Eso no importa –dije soltándome
- Si, si, tienes razón, disculpa
Estaba muy nervioso, lo podía notar, no sabía por dónde empezar a soltar el bombardeo de preguntas, yo solo esperaba mirando su habitación. Me puse de pie y tomé su guitarra.
- ¿Por qué has venido? Pensé que no querías que supiera demasiado de ti, lo dijiste, ¿no es así?
- Tranquilo Frank, creo que has estado demasiado tiempo pensando en nuestro pequeño encuentro de hace algunos días
- Me inquietó mucho, no lo negaré, pero no solo ese encuentro, toda tú lo hace
Se acercó lentamente hasta quedar detrás de mí, mientras yo seguía acariciando su guitarra, no pretendería tocarla, pues no sabía hacerlo, eso se lo dejaría a él, que lo hacía maravillosamente.
- Toca algo para mí, me gusta la música
Me giré y le entregué la guitarra, mientras me acercaba a su rostro peligrosamente, sus labios eran tentadores. Él tomó la guitarra, tomó mi mano, y después de ambos sentarnos en su cama, empezó a tocar.
Me recosté aún escuchando aquella melosa música, cerré los ojos, escucharlo me hacía avivar el sentimiento de venganza mezclado con satisfacción. Como hubiera querido que ese momento fuera por una circunstancia diferente.
La música cesó, pero yo no me moví, y sentí a Frank acercarse, hasta que sentí su respiración sobre mi rostro, se acercaba peligrosamente a mi cara, y entonces vino nuevamente a mi mente Ian, aquella vez que me había maldecido.
- No
Me levanté rápidamente haciendo a Frank a un lado, y dejándolo muy sorprendido.
- Las cosas no son así de sencillas querido
- Alicia –dijo levantándose y acercándose nuevamente -, has venido aquí por alguna razón
- Definitivamente, esa razón eres tú
- Y si soy yo, porque te mantienes en misterio para mí
- Eso lo hace interesante, ¿no crees?
Apenas estaba recuperándome de aquel acercamiento, Frank era hermoso, y si seguía intentando acercarse, muy posiblemente lo lograría, y no debía suceder, el control debía ponerlo yo, las cosas tenían que salir como yo las quería.
- Debo irme
- ¿Por qué?
- No hagas preguntas Frank, ya te dije que irás sabiendo las cosas conforme tengas que hacerlo –dije un poco cortante -. ¿Vas a acompañarme a la puerta o me iré sola?
- Te acompañaré, por supuesto
Salí de la habitación poco antes que él, aunque luego me alcanzó, justo su mamá pasó cerca, y nos dirigió una mirada reprobatoria, seguro pensó que Frank y yo estábamos en pleno sesión sexual.
- Nos veremos luego Frank
- ¿Cuándo será eso?
- No lo sé, quizá pronto
- Por favor Alicia, no estés jugando conmigo
- No te compliques
Posé mi dedo índice sobre sus labios para que no dijera nada más, y luego me acerqué poco a poco hasta su rostro, nuestras miradas se cruzaron. Quité mi dedo y entonces posé mis labios sobre los suyos. Lo disfrutó, y yo también lo hice, no tengo porque negarlo, el sabor de sus besos era tan exquisitos, como los que alguna vez me dio Ian.
Me aparte bruscamente después de algunos segundos, era suficiente por esa ocasión, además, me complicaría mucho si continuaba, no debía seguir con tales tentaciones.
- Nos veremos después
Cerré la puerta de repente sorprendiéndolo, y desaparecí rápidamente, para cuando reaccionó y abrió la puerta para buscarme, yo ya no estaba ahí, si quería sorprenderme, debía ser rápido.

wiiiii

espero la continuacion

Capítulo 6: You're just a sad song with nothing to say
No lo podía creer cuando la vi frente a mí, había ido a verme, en ese momento toda mi atención fue para ella, como si por un instante todo lo demás que creía importante para mi desapareciera. Se veía tan hermosa, era una chica provocativa, y eso me atraía a un más.
Y por fin pude probar sus labios, después de aquellos sueños que solo lograban aumentar mi deseo por ella, no me importaba que tan misteriosa fuera, no encontraría una chica tan interesante como lo era Alicia, por mucho que buscara.
Recuerdo que tuve una novia que quise mucho, daba todo por ella, y nunca me di cuenta de que sus tratos solo indicaban interés por alguien más a través de mi. Los chicos me decían que debía dejarla, sobre todo Gerard y Mikey. Siempre pensé que era simple envidia porque era muy bonita, pero realmente, me di cuenta de lo que realmente pasaba: se acercó a mí para poder seducir a Gerard, y Mikey lo notó por obvias razones.
Afortunadamente, me di cuenta, y preferí a los chicos, después de todo, las chicas vienen y van. Pero ahora no lo sé, creo que para encontrar a alguien como Alicia tendría que buscar por mucho, mucho tiempo. Me pregunto qué dirían los chicos si se las presentara, bueno, Gerard con lo poco que sabía parecía no estar muy conforme, pero realmente, me importaba poco, no conocía a Alicia como yo la estaba conociendo. Quizá pronto la lleve a que la conozcan.
Es por eso que no quería dejarla ir, y hacía las cosas a su manera. Mientras ella sintiera que tenía el control, todo estaría bien, y así empezaría a ganar su confianza.
Alicia volvió a mi unos días después, en mis sueños, era la forma en que se comunicaba conmigo, ¿Cómo lo hacía? No tengo la menor idea, pero mientras tuviera contacto con ella todo estaría bien. Quedamos de vernos en aquel callejón donde me dijo su nombre, y no dudé ni un segundo en ir a la cita, que nuevamente era por la noche.
Estaba sentada en el mismo quicio donde la había visto, su vestidura era negra, como su cabello, resaltando su blanca piel y sus ojos color miel.
- Me da gusto que estés aquí
- No faltaría por nada del mundo
Recordé en ese instante días anteriores de la visita de Alicia, estaba realmente confundido, estaba a punto de decidir di debía comentar esto con alguien o no; esa persona en la que pensaba era Mikey, él ya había pasado alguna vez por mi mente para contarle sobre Alicia, cuando no sabía qué hacer, como acercarme a ella, como encontrarla; no sabía si seguir en el juego o no. Mikey había demostrado ser buen amigo a pesar de ser algo serio, pero supe que podía confiar en él desde el incidente con mi ex novia. Sin embargo, ahora creía que no era necesario comentarle, las cosas con Alicia habían mejorado mucho y todo iba bien por el momento.
- ¿Qué tienes?
- No es nada, solo me distraje un poco
- Frank, ¿crees que soy bonita?
- Claro que lo eres, no sé cómo es que lo dudas
- ¿Te gustaría estar conmigo?... ¿Por siempre?
- Si eso fuera posible, si
Alicia sonrió, supongo que le agradó mi respuesta o algo. A veces creía que lanzaba preguntas al aire, sin tener un trasfondo importante, aunque con Alicia todo era impredecible, era como querer saber que va pasar al día siguiente.
- Es bueno saberlo
- Alicia, ¿te gustaría alguna vez ir a vernos ensayar? Me dijiste que la música te gusta
- En efecto, me gusta mucho, pero yo te diré cuando sea prudente, por ahora creo que es mejor que no me conozcan, solo seremos tu y yo
- Eres muy misteriosa, ¿sabías?
- Digamos que tengo una forma de ser muy especial, es todo
- Por supuesto, eres alguien especial
- Definitivamente lo soy, no lo dudes
Nunca cuestionaba nada de lo que Alicia decía, para mí, lo que decía era lo suficientemente bueno y atractivo para seguir. Ella parecía estar satisfecha y yo igual, ¿para qué cambiar la situación? Todo parecía ir viento en popa.
Generalmente no tenía noticias de Alicia diario, era más bien cada semana, algunas veces hasta dos; cuando eso pasaba, empezaba a desesperarme, era como una droga para mí, me tenía atrapado en sus encantos.
- ¡Frank! ¡Tienes correspondencia! ¡Ven a recogerla!
Nadie me escribía, por lo menos ya había pasado mucho tiempo desde que había recibido alguna carta, por lo cual se me hizo extraño que hubiera llegado algo para mí, pero aún así decidí ir.
El sobre era negro, lo que me sorprendió aún más, no tenía datos del remitente, y de mis datos solo aparecía un gran “Frank Iero” al centro del sobre.
- ¿Qué demonios es esto?
La hoja estaba amarillenta, y ni siquiera era una carta, parecía un tipo de poema o algo así.
Eres un demonio eterno de la manipulación
En medio de la oscuridad buscas tu venganza
A través de sueños y miradas transmites tu maldición
En esa eternidad que te tiene marcada.
Siendo inmortal sigues un camino
Pero estas destinada a la soledad
Y a una eterna desesperación
Que nunca se alejará.
Bebe su sangre, siente su vida
Porque la tuya ya está perdida
Con tus colmillos y tus garras
Tómalo y nunca lo dejes escapar.
El amor no se hizo para ti
Odio y desprecio te han de seguir
Esos detalles que te identifican
Te marcan, te gritan, te atan
Consumiéndote en el tiempo
Bebe su sangre, siente su vida
Porque la tuya ya está perdida
Con tus colmillos y tus garras
Tómalo y nunca lo dejes escapar
Definitivamente no estaba escrito para mí, era claramente para una chica, pero, ¿Por qué la habían dejado en mi casa? Era muy extraño; aún así, la letra era interesante, por lo cual decidí no desecharla.
- Chicos, esto llegó a mi casa, no sé cómo ni por qué, pero, creo que estaría interesante ponerle música ¿no creen?
Cada uno de ellos la leyó silenciosamente antes de que las opiniones se dejaran venir.
- No es completamente sobre lo que hemos estado escribiendo –dijo Ray
- Aún así creo que sería una propuesta interesante –agregó Mikey
- Pues a mí me gusta –dijo Gerard un poco serio
- Suena como a una vampiresa sexy –finalizó Bob sonriendo
- Entonces hagámoslo –dije satisfecho
Empezamos en ese mismo día a sacar la música. Esperaba que cuando la tuviéramos pudiera tocarla para Alicia, sería interesante dedicarle alguna canción. Había seducción a través de la música.
- Pareces muy emocionado últimamente –Mikey se había acercado a mi después de terminado el ensayo
- He tenido buenos momentos
- Qué bien, aunque te has alejado algo de la banda
- Lo siento Mikey, pero, he tenido mis propios asuntos, aunque parece que a Gerard le molesta eso
- Ya sabes como es mi hermano, estaba acostumbrado a salir mucho contigo, además, ha tenido algunas riñas con su última conquista y supongo que eso también influye en su mal humor
- Si supongo –dije mirando a Gee de reojo -. ¿Sabes? Me gustaría que esta canción quede perfecta
- ¿Alguna razón en especial?
- Salgo con alguien
- Veo porque has estado ocupado
- Ja, si así es, tal vez algún día la traiga
- Esperemos que no sea mil años más tarde –dijo Mikey sonriendo levemente -, para entonces la canción estará lista, esperemos que le guste
Me despedí de Mikey y luego de los demás, quería ir a ensayar un poco, y después, dormir, quizá Alicia apareciera pronto. Lo deseaba tanto….

me gusta mucho!!!
que intriga

Grax x leer
aki les dejo el sig cap

Capitulo 7: Words I thought I’d never speak
Frank dijo que me tenía una sorpresa que pronto me daría, en sus pensamientos solo podía ver una canción, seguro que me dedicaría una, no era de sorprender, estaba tan embobado conmigo que hasta resultaba gratificante.
Nos habíamos visto un par de veces después de que yo había ido a su casa, siempre estaba puntual a la hora que le indicaba. Ahora que lo pensaba, realmente había sido fácil atrapar a Frank, era muy débil de mente.
El día para realizar por completo mi plan se acercaba, y aunque a veces llegué a pensar que Frank realmente no tenía la culpa de nada, ese pensamiento desaparecía pronto de mi cabeza, puesto que ahora, yo no tenía corazón para compadecerme de nadie, pues, nadie se había compadecido de mi, de mi maldita vida.
Supe también que había cumplido con lo de no meter a nadie más en lo nuestro, como se lo había pedido, a pesar de que la idea le rondó por la cabeza varios días.
Los días se habían tornado nublados, parecía que empezarían aquellos días lluviosos de cada año; por mi estaba bien, ese aspecto sombrío era de mi agrado, me hacía sentirme más en mi ambiente.
Un día de esos, cuando solo lloviznaba, Frank me dijo que su sorpresa para mí estaba lista, que debía ir a su casa. Accedí, después de todo, parecía haberse esforzado por tener eso para mí.
Eran como las 6 de la tarde cuando me citó. Su madre abrió la puerta y me miró seriamente, era así desde la primera vez que fui ahí. Frank no tardó en llegar poco después de que había tocado el timbre.
- Frank…
- Ahora no mamá –dijo fastidiado, tomándome de la mano y guiándome a su habitación
Cuando llegamos, me senté en la cama y el cerró la puerta rápidamente.
- Creo que no le agrado a tu madre
- Ah, déjala, tienes pensamientos de hace 50 años, no le des importancia
- Bien, ¿Cuál es mi sorpresa?
- No seas tan desesperada
Frank se sentó al lado mío y empezó a acariciar mi rostro, sus manos eran suaves y tersas, era un contacto agradable.
- Supongo que puedo decir que eres mi novia
- ¿Novia? Por favor Frank deja esas boberías
- ¿Boberías? –preguntó sorprendido ante mi respuesta
- Claro, no es necesario que tengas el título de novio para indicar que tenemos algo
- Pero es algo más común –dijo cruzándose de brazos
- Y creo que en este tiempo te habías dado cuenta que yo de común no tengo nada
Me miró, parece que lo había convencido para que no se molestara, era lo menos que quería en esos momentos, cuando mi plan estaba por terminar. Me acerqué y lo dejé acorralado en la pared, a lo que no parecía muy indiferente.
- Alicia, ¿Cómo es que me encontraste?
- Por casualidad, te vi junto con tu amiguito ese
- ¿Te refieres a Gerard?
- Supongo –dije sin interés acercándome aún más a su cara -, me odia, ¿cierto?
- ¿Por qué piensas eso?
- Porque ahora pasas el tiempo conmigo y no con él
- Debe de ocuparse de sus propios asuntos
- Y nosotros de los nuestros
Sonrió al igual que yo, de verdad disfrutaba los acercamientos con Frank, mas allá de mi venganza, me producía un placer grandioso el tenerlo dominado.
Empezamos a besarnos, me acariciaba con cuidado, lentamente, mientras mis manos se posaban en su pecho, mientras él lentamente fue bajando las suyas hasta que quedaron en mi cintura. Fuimos cayendo lentamente hasta que quedamos posados sobre la cama sin dejar de besarnos. Pero de repente, tocaron la puerta y ésta se abrió.
- Frank…
La madre de Frank abrió los ojos como platos al vernos en aquella situación, mientras Frank se levantaba de la cama bastante molesto por la intromisión.
- ¡Carajo! ¿¡Por qué entras así a mi habitación!?
- Yo…
Frank no la dejó hablar, la sacó del brazo y le cerró la puerta en la cara. Yo solo observaba sin decir nada, su madre estaba metiéndose en lo que no le importa, así que se merecía tal trato.
- Perdón
- Está bien, no es tu culpa
Frank se acercó de nuevo a mí, pero ya era demasiado tarde, conmigo deben aprovechar los momentos o no volverán a ocurrir.
- Se hará tarde, muéstrame la sorpresa de una vez
Pareció decepcionado, pero después de un corto suspiro, asintió y fue a buscar su guitarra. Justo como lo pensé, era una canción.
- Bueno, a esta canción le acabamos de poner música los chicos y yo, estuvimos practicando mucho, y no se escuchara igual que si ellos me ayudaran, pero haré lo que pueda
Sonreí levemente, en sí, escucharlo tocar era bello, así que una canción más solo deleitaría mi gusto por ello.
Empezó a tocar, con cuidado como siempre, pero, cuando empecé a escuchar la letras de la canción me quedé paralizada, ¿Por qué estaba tocando algo así? ¿Por qué para mí? ¿acaso sabía algo? Esas frases… ¿Cómo era posible?
- ¡Basta! –grité cuando repetía una estrofa
Frank paró inmediatamente, sorprendido ante mi exigencia.
- ¿Qué pasa?
- ¿Por qué cantas algo así? ¿Crees que eso me gustaría? ¿De dónde lo has sacado?
Estaba muy molesta por ello, no podía creer que eso estuviera pasando.
- Pues… si, creí que te gustaría, no pensé que te pondrías así, ¿Qué tienes?
- ¡Olvídalo!, me voy de aquí
Me paré inmediatamente y me dirigí a la puerta, abriéndola velozmente, mientras él me seguía, alcanzó a tomarme de la mano, pero me zafé y lo empujé antes de cerrar la puerta justo como él lo había hecho con su madre.
Bajé la escaleras de prisa, y me encontré a la mujer merodeando, seguro esperaba a que bajáramos.
- Oye jovencita
- No tengo tiempo para escuchar sus estúpidas quejas
- ¿Cómo te atreves a hablarme así? ¡Estás en mi casa!
- Por si no lo nota, ya voy de salida
Vi a Frank que venía bajando las escaleras, mientras su madres lo esperaba, como para decirle lo que acababa de pasar y me reprendiera, pero no le funcionó el teatrito
- ¡Frank!
- ¡Ya te dije que ahora no mamá!
Justo cuando llegó a donde su madre se encontraba, yo había azotado la puerta y había desaparecido de aquel lugar. Estaba furiosa, realmente furiosa.

wiiiiiiii

segouilaa

Grax x leerme
y sorry x tardar en subir
la escuela...
saluditos!!

Capitulo 8: No one ever had much nice to say
No sé qué pasó, ¿Cómo es que lo eché a perder? No pude entender porque Alicia había tenido ese comportamiento, solo trataba de hacerla sentir especial al dedicarle una canción, si ya sé que no es la letra más romántica del mundo, pero creí que le gustaría por ese distintivo misterio en ella.
No pude alcanzarla para platicar con ella, calmarla, pedirle una disculpa, fui lento; si a eso le agrego la gran actuación de mi madre, fue aún peor.
- Frank, ¡cómo es posible! Estas en mi casa, le debes respeto
- ¿Por qué tenerle respeto a una casa? –pregunté con tono nefasto, mientras mi madre bufaba -, mamá, no era nada del otro mundo, el sexo es algo natural y ni siquiera estábamos haciéndolo
- ¡Frank! No puedo creer que seas tan cínico
- No debiste entrar así a mi habitación, por algo es MI habitación, ¿o ya ni siquiera podré tener privacidad ahí?
- Además esa muchachita es una altanera, hubieras escuchado como me contestó, ¡en mi propia casa!
- Ya basta mamá, tu provocaste todo esto
- ¿Cómo puedes defender a esa mujer antes que a tu madre?
- Ya basta, no quiero seguir escuchando landeses
Subí a mi habitación después de toda la plática inútil de mi madre, solo me había arruinado la tarde, y ahora no sabía qué hacer con respecto a Alicia; estaba tan molesta, que dudaba que me citara pronto para vernos, ahora si estaba en aprietos.
Pasaron días sin tener noticias de ella, estaba desesperado, todo me valía un maldito carajo si no la tenía cerca. Con mi madre seguía molesto y en los ensayos no tenía un mejor humor.
- Iero que rayos te pasa, estas de un humor de los mil demonios –dijo Ray
- Quisiera saber si estarías feliz si te arruinan algo que has estado preparando –contesté molesto
- ¿Te peleaste con la chica? –preguntó Mikey
Todos me observaron, todos sospechaban de que salía con alguien, sobre todo Gerard, por obvias razones, pero solo Mikey estaba seguro de eso y ahora se los había confirmado.
- No precisamente –contesté sentando y cruzando los brazos
- Has estado viendo a esa chica rara, ¿verdad? –preguntó Gerard
- No quiero que empieces a decir que es una desconocida y bla bla bla
- Es lo que es
- No te metas Gerard
- Creo que me perdí de algo, ¿tú conoces a su novia? –preguntó Bob mirando a Gerard -, ¿o tú? –dijo luego mirando a Mikey
Mikey negó con la cabeza sin decir una sola palabra, y Gerard puso cara seria mientras cruzaba los brazos igual que yo.
- Desconozco si esa mujer es su novia
- Basta ya, desde cuando los ensayos son para cuestionarme
- Desde que dejaste de estar presente y ensayar como es debido –contestó Gerard
- Bien, pues entonces me voy
Salí bastante molesto del lugar, desde que Alicia se había ido mi humor no había mejorado en lo absoluto.
- Frank
Me giré al escuchar mi nombre, era Mikey.
- Lo siento, creo que no debí preguntarte eso enfrente de todos
- Da igual –dije indiferente
- Bueno pues… si necesitas algo cuentas conmigo
- Gracias Mikey, pero por ahora no, ni siquiera yo puedo ayudarme
Me fui sin decir más, Mikey tampoco agregó nada y regresó con los demás. En mi mente solo estaba ella, así que decidí ir a aquel callejón donde siempre nos encontrábamos, quizá podría estar ahí.
El lugar parecía estar más oscuro de lo normal, pero aún así entré, me acerqué al quicio, pero nada, ni luces de Alicia, era obvio que no estaría esperándome si aún estaba enojada conmigo.
Salí del callejón y me dirigí al parque donde la había visto la primera vez, me senté en una banca y dejé que el tiempo pasara, no quería ir a casa, estaba harto de todo el mundo.
Mientras estaba ahí, vi que alguien se acercaba, por un momento llegué a pensar tontamente que quizá era Alicia, pero esa esperanza desapareció al ver que la silueta era de un hombre. Volví a mis pensamientos al ver que no era alguien importante, pero, curiosamente aquel hombre se posó al lado de mi y se sentó.
Lo miré de reojo, desconfiado, quizá era algún ladrón y estaba pensando como atacarme, y era lo que menos necesitaba en ese momento.
- Ah, mujeres, son complicadas, ¿no es verdad?
Parecía que estaba hablando con alguien que conocía de toda la vida, sin embargo, no dejaba de darme cierta desconfianza, ¿qué quería aquel sujeto desconocido?
- Pues, creo que depende del tipo de mujer con la que trates
- Es verdad, ciertamente –dijo tranquilamente sin mirarme -, pero creo que tu chica es más complicada de lo normal
- ¿La conoces? .pregunté rápidamente, estaba empezando a ganar mi atención, ¿acaso conocería a Alicia? ¿sería su amigo? ¿sabría cómo encontrarla?
- Digamos que lo sospecho, simplemente. Una chica bonita y misteriosa es para andarse con cuidado
- ¿A qué viene todo esto? Háblame claro, ¿Quién eres y por qué me dices estas cosas?
- No lo tomes a mal, es solo un consejo, créeme que sé de lo que estoy hablando, aunque claro, es tu decisión –dijo poniéndose de pie -, ahora tengo que irme
Camino un poco y entonces su cara quedó un poco iluminada por la luz de la luna, así pude verlo, pero quedé sorprendido; era como ver a alguien de mi familia, quizá a un hermano, aún yo podía ver que ese sujeto se parecía a mí. Fue algo tan extraño
- Oye
Traté de detenerlo y preguntarle si me conocía de algún lado, pero fue demasiado tarde, como siempre, fui lento, y dejo pasar los momentos adecuados para preguntar cosas.
Me quedé otro rato más en el parque, todo estaba volviéndose más confuso y complicado. Empezaba a darme dolor de cabeza.
Cuando regresé a casa, no le anuncié a mi madre de mi llegada y subí directamente a mi habitación, para encontrarme con una grata sorpresa, después de días, tenía noticias de Alicia. Había una nota sobre mi cama, no conocía su letra, pero no dude de que fuera una nota falsa.

Sonreí enormemente, por fin sabía de ella, mi mal humor desapareció y pude dormir tranquilamente, esperando que ella se comunicara y me dijera cuando nos veríamos.

wiiiiiiii
me gustaaa mucho
seguilo seguilooo

he andado a las carreras ultimamente
x eso me cuesta subir
pero bueno
aki esta el sig cap
grax x leer


Capítulo 9: Counting down the days to go

Frank se alegró cuando le dejé aquella tonta nota sobre la cama, aún estaba molesta, pero no podía dejar pasar más tiempo sin arreglar ese asunto, debía saber de dónde había sacado la idea de aquella estúpida canción que me había hecho sentir descubierta.
Decidí que no fuera en su casa, su madre me daba dolor de cabeza, era una entrometida, y necesitaba hablar con Frank sin interrupciones.
Lo cité en el parque donde me vio la primera vez, pero hasta dos días después de haberle dejado la nota, quise observar su comportamiento antes de vernos. Con su madre seguía molesto, fue fácil saberlo, los acontecimientos en su casa los conocía perfecto.
También decidí ir a ver su ensayo, nunca lo había hecho antes, pero creí que era buen momento para empezar. Su humor con ellos era más relajado, solo parecía haber tensión con el tal Gerard, que era el único que yo conocía. Estaba algo lejos, así que no pude verlos con detalle, pero vi a Frank platicando con un chico poco después del ensayo. Ese chico llamó mi atención, era lindo, no sentí que fuera como Frank de seductor, y ciertamente su belleza no era igual, ya que su atractivo residía en todo él.
Llegó la cita con Frank, yo también me había relajado un poco, pero presentía que con el tema que tocaríamos mi molestia volvería a aparecer. Esta vez decidí llegar después de él, lo que lo sorprendió, pero sonrió inevitablemente cuando me vio llegar.
- Alicia, no sabes qué gusto me da verte
No dije nada, generalmente le hubiera contestado de manera seductora como él era, pero no tenía ganas.
- ¿Aún estas molesta?
- Frank ese día fue un fastidio, empezando por la interrupción de tu madre
- Si lo sé, perdón
- Ya, es lo que menos importa ahora. Quiero que me digas, ¿de dónde sacaste la idea de esa canción?
- Yo no la escribí, solo la llevé con los chicos para ponerle música
- Entonces, ¿de dónde salió?
- Realmente no sé quien la escribió o por qué, un día la dejaron en un sobre en mi casa, y se me hizo buena idea ponerle música. Ciertamente no pensé que te desagradara tanto
- ¿La dejaron en tu casa?
- Si, así es
Eso no sonaba nada bien, alguien más estaba metiéndose en eso, y parecía que sabía algo de mí
- ¿Gerard no sabía nada de la canción?
- No, a menos de que finja muy bien, ya que parecía no conocer la canción en absoluto
Él era mi único sospechoso, supuse que por el hecho de que yo no le agradaba, quizá se hubiera dado a la tarea de investigarme y hacer que Frank se alejara de mi, pero creo que mi teoría estaba mal.
- Algo raro me sucedió antes de que me dejaras la nota
- ¿A qué te refieres?
- Conocí a alguien, bueno, no completamente
- No te entiendo
- Estaba aquí, en el parque, había salido del ensayo y vine aquí un rato para estar solo. Entonces un tipo se acercó a mí y empezó a hablarme de mujeres
- ¿Y eso que tienes de raro?
- Que por un momento pareció que se enfocó a ti
- ¿A mí? ¿Mencionó mi nombre?
- No, pero me dijo “creo que tu chica es más complicada de lo normal”, y no hay otra chica para mí que no seas tú
¿Quién estaba detrás de esto? Era claro que tenía que ver con la canción que le habían dado a Frank
- Además de mencionar que una chica bonita y misteriosa es para andarse con cuidado y que era mi decisión y cosas que no alcancé a comprender
- Yo tampoco entiendo, ¿no supiste quien era?
- No, ni idea
- Frank, quiero que me muestres la canción, es decir, el escrito que te dejaron
- Está bien
Nos dirigimos a su casa, entramos con cuidado para que su madre no armara un escándalo y entonces me enseñó el sobre donde estaba el escrito, era un sobre negro que tenía un gran ‘Frank Iero’ justo en el centro.
Estaba empezando a ponerme nerviosa, al ver aquel tipo de escritura. Abrí el sobre y leí la canción, ni siquiera tenía título, pero definitivamente esa forma de escribir me era muy familiar.
- ¿Nadie supo quien la dejó?
- No, mi madre solo la encontró junto a la otra correspondencia y me la dio cuando vio que era para mí
- ¿Crees que tiene que ver con el hombre del parque?
Estaba atando cabos, que Frank ni siquiera debería saber, pero que, sin su ayuda, no podría llegar a ninguna conclusión.
- No me había puesto a pensar en eso. Aunque ahora que lo mencionas, fue muy raro ver a ese tipo
- ¿Por qué?
- Porque fue como ver a un hermano mío, no diré como verme en un espejo, pero sí creo que éramos parecidos
- No… no puede ser
- Si yo también me sorprendí, pero estoy seguro que no me confundo a pesar de haberlo visto a la luz de la luna
- No puede ser posible
- Alicia, ¿estás bien?
Si no fuera porque era imposible, diría que el color se me fue del cuerpo, esto no podía estar pasando, definitivamente no.
- Tengo que irme
- ¿Por qué? ¿Qué tienes?
- ¡No me preguntes nada! Nos veremos después
Salí del lugar rápidamente, tenía que tener cuidado con lo que estaba haciendo, definitivamente tenía que apurar mis planes con Frank, o todo estaría perdido, porque, definitivamente no podía equivocarme… él estaba merodeando y quería echarme a perder mis planes, así como echó a perder mi vida. Ian estaba cerca.

chan!!!!
xD
muy buenaaa

Capítulo 9: Counting down the days to go

Frank se alegró cuando le dejé aquella tonta nota sobre la cama, aún estaba molesta, pero no podía dejar pasar más tiempo sin arreglar ese asunto, debía saber de dónde había sacado la idea de aquella estúpida canción que me había hecho sentir descubierta.
Decidí que no fuera en su casa, su madre me daba dolor de cabeza, era una entrometida, y necesitaba hablar con Frank sin interrupciones.
Lo cité en el parque donde me vio la primera vez, pero hasta dos días después de haberle dejado la nota, quise observar su comportamiento antes de vernos. Con su madre seguía molesto, fue fácil saberlo, los acontecimientos en su casa los conocía perfecto.
También decidí ir a ver su ensayo, nunca lo había hecho antes, pero creí que era buen momento para empezar. Su humor con ellos era más relajado, solo parecía haber tensión con el tal Gerard, que era el único que yo conocía. Estaba algo lejos, así que no pude verlos con detalle, pero vi a Frank platicando con un chico poco después del ensayo. Ese chico llamó mi atención, era lindo, no sentí que fuera como Frank de seductor, y ciertamente su belleza no era igual, ya que su atractivo residía en todo él.
Llegó la cita con Frank, yo también me había relajado un poco, pero presentía que con el tema que tocaríamos mi molestia volvería a aparecer. Esta vez decidí llegar después de él, lo que lo sorprendió, pero sonrió inevitablemente cuando me vio llegar.
- Alicia, no sabes qué gusto me da verte
No dije nada, generalmente le hubiera contestado de manera seductora como él era, pero no tenía ganas.
- ¿Aún estas molesta?
- Frank ese día fue un fastidio, empezando por la interrupción de tu madre
- Si lo sé, perdón
- Ya, es lo que menos importa ahora. Quiero que me digas, ¿de dónde sacaste la idea de esa canción?
- Yo no la escribí, solo la llevé con los chicos para ponerle música
- Entonces, ¿de dónde salió?
- Realmente no sé quien la escribió o por qué, un día la dejaron en un sobre en mi casa, y se me hizo buena idea ponerle música. Ciertamente no pensé que te desagradara tanto
- ¿La dejaron en tu casa?
- Si, así es
Eso no sonaba nada bien, alguien más estaba metiéndose en eso, y parecía que sabía algo de mí
- ¿Gerard no sabía nada de la canción?
- No, a menos de que finja muy bien, ya que parecía no conocer la canción en absoluto
Él era mi único sospechoso, supuse que por el hecho de que yo no le agradaba, quizá se hubiera dado a la tarea de investigarme y hacer que Frank se alejara de mi, pero creo que mi teoría estaba mal.
- Algo raro me sucedió antes de que me dejaras la nota
- ¿A qué te refieres?
- Conocí a alguien, bueno, no completamente
- No te entiendo
- Estaba aquí, en el parque, había salido del ensayo y vine aquí un rato para estar solo. Entonces un tipo se acercó a mí y empezó a hablarme de mujeres
- ¿Y eso que tienes de raro?
- Que por un momento pareció que se enfocó a ti
- ¿A mí? ¿Mencionó mi nombre?
- No, pero me dijo “creo que tu chica es más complicada de lo normal”, y no hay otra chica para mí que no seas tú
¿Quién estaba detrás de esto? Era claro que tenía que ver con la canción que le habían dado a Frank
- Además de mencionar que una chica bonita y misteriosa es para andarse con cuidado y que era mi decisión y cosas que no alcancé a comprender
- Yo tampoco entiendo, ¿no supiste quien era?
- No, ni idea
- Frank, quiero que me muestres la canción, es decir, el escrito que te dejaron
- Está bien
Nos dirigimos a su casa, entramos con cuidado para que su madre no armara un escándalo y entonces me enseñó el sobre donde estaba el escrito, era un sobre negro que tenía un gran ‘Frank Iero’ justo en el centro.
Estaba empezando a ponerme nerviosa, al ver aquel tipo de escritura. Abrí el sobre y leí la canción, ni siquiera tenía título, pero definitivamente esa forma de escribir me era muy familiar.
- ¿Nadie supo quien la dejó?
- No, mi madre solo la encontró junto a la otra correspondencia y me la dio cuando vio que era para mí
- ¿Crees que tiene que ver con el hombre del parque?
Estaba atando cabos, que Frank ni siquiera debería saber, pero que, sin su ayuda, no podría llegar a ninguna conclusión.
- No me había puesto a pensar en eso. Aunque ahora que lo mencionas, fue muy raro ver a ese tipo
- ¿Por qué?
- Porque fue como ver a un hermano mío, no diré como verme en un espejo, pero sí creo que éramos parecidos
- No… no puede ser
- Si yo también me sorprendí, pero estoy seguro que no me confundo a pesar de haberlo visto a la luz de la luna
- No puede ser posible
- Alicia, ¿estás bien?
Si no fuera porque era imposible, diría que el color se me fue del cuerpo, esto no podía estar pasando, definitivamente no.
- Tengo que irme
- ¿Por qué? ¿Qué tienes?
- ¡No me preguntes nada! Nos veremos después
Salí del lugar rápidamente, tenía que tener cuidado con lo que estaba haciendo, definitivamente tenía que apurar mis planes con Frank, o todo estaría perdido, porque, definitivamente no podía equivocarme… él estaba merodeando y quería echarme a perder mis planes, así como echó a perder mi vida. Ian estaba cerca.

jajaja, sory pero estoy en un ciber... quiosco de mardel... asi que como que no da ponerme a leer todo el libro, pero te juro que cuando vuelva a capital me lo leo... por los comentarios de las chicas parece muy bueno (no sera solo para chicas, no?, bueh, y si si me chupa, lo leo igual xD)

Grax por leer
espero que les agrade


Capítulo 10: Disenchanted
Alicia se había comportado raro desde la vez que le dediqué la canción, pero no fue nada a comparación de cómo se puso al saber el origen de la misma, ver el sobre y saber sobre aquel tipo que me había encontrado. Ciertamente no estaba molesta, pero parecía preocupada, exageradamente sorprendida, y no tenía la más remota idea de por qué, ¿acaso me ocultaba algo? Bueno, era claro que muchas cosas, pero empezaba a preocuparme que lo hiciera, pues no podía ayudarla. De la molestia había pasado a felicidad, luego a incertidumbre y preocupación, que genial.
No volví a recibir sobres anónimos ni volví a ver a aquel hombre, pero los días en que vi a Alicia la vi demasiado nerviosa, por lo cual, supongo, era que sus visitas o nuestros encuentros duraban tan poco tiempo.
No me dejaba acercarme demasiado, no era tan seductora como lo había sido tiempo atrás, y no es que me molestara, bueno, no del todo, simplemente creo que era otra de sus facetas de misterio, pero insistía en que se basaban en algo que le preocupaba.
Fue entonces cuando pasó aquel sueño, supongo que era de los más importantes donde ella ha estado.
- Frank, necesitamos vernos.
- Claro, sabes que siempre asisto a nuestros encuentros.
- Pero este será diferente.
- ¿A qué te refieres?
- A todo, en este encuentro se decidirá todo.
- Sigo sin entenderte.
- Es fácil, vas a demostrarme que realmente estarás a mi lado.
- Te he dicho que lo estaré.
- Las palabras no son suficientes.
- Está bien, aunque he tratado de demostrarte que haría todo por ti.
- Si…. Y es ahí donde ves tú recompensa.
- ¿Recompensa?
- Olvídalo, yo me entiendo.
- Supongo que algún día me aclararás todas esas cosas que dices sin que pueda comprenderlas.
- Si Frank, eso pasara pronto, te lo aseguro.
Alicia estaba distante, pero decidida, ¿a qué? No sé, pero tenía que ver con ese encuentro que me proponía y que según ella sería el más importante de todos los que habíamos tenido hasta el momento.
- Te veré mañana después de tu ensayo.
- Si quieres puedo faltar y vernos antes.
- No es necesario, después del ensayo está bien, en el mismo callejón de siempre.
Alicia desapareció. Todo el día siguiente estuve ansioso, era raro, no me pasaba eso desde que podía ver a Alicia seguido.
En el ensayo estuve distraído, como siempre, en uno de los descansos, Mikey se acercó a platicar conmigo, como venía siendo común desde algún tiempo.
- ¿Qué pasa Frank? ¿Algo anda mal?
- No realmente, hoy la veré, pero siento ansiedad, no sé porque, siento que hay algo que la atormenta y no sé cómo ayudarla.
- Quizá solo necesita tiempo para poder explicarte qué le pasa.
- Si, tal vez, y a lo mejor hoy es el día, dijo que era importante que nos viéramos.
- ¿Ves? Todo saldrá bien.
- Gracias, Mikey.
- Ya basta ustedes dos, necesitamos ensayar y estoy hablando en serio Frank –dijo Gerard interrumpiéndonos.
Los chicos se le quedaron viendo serios, no solía ponerse tan pesado, pero parecía que justo ese día le había parecido bueno, se la pasó haciéndome correcciones, y dándome sus quejas, eso no me importaba tanto realmente, lo que me molestó es que extendió el ensayo media hora más.
- ¡Has extendido el ensayo! ¡Ya basta! ¡Tengo cosas que hacer!
- Antes esas cosas para hacer eran los ensayos.
- Pues hoy no.
- Pues entonces ya lárgate.
- Eso es precisamente lo que voy a hacer.
Salí rápidamente del lugar, apreté el paso, seguro Alicia ya estaba esperándome, no quería que se fuera a molestar. Así fue, cuando llegué, ya estaba ahí.
- Pensé que no vendrías –dijo seria.
- No te fallaría, solo que el estúpido de Gerard alargó el ensayo.
- Está bien, lo que importa es que ya estás aquí.
- Bien, estoy listo.
- Genial.
Se paró justo enfrente de mí, me miró fijamente, y después de días de no haber sonreído, lo hizo.
- Por fin se concluirá todo.
- ¿A qué…?
- Shhhh, no digas nada, sólo cierra los ojos.
Obedecí sin poner resistencia, podía sentir su respiración en mi rostro, era frío como su piel, y, poco a poco, sentí que su respiración bajaba hasta mi cuello, lo que me dio un poco de escalofrío.
- No te muevas.
No pensaba hacerlo, pero agradecí que lo dijera, estaba empezando a ponerme nervioso sin saber que era lo que hacía. Sentí su lengua en mi cuello, era extraño, nunca se había comportado así. Traté de tomar su cintura pero ella no dejó que mis manos se acercaran, aún así no abrí los ojos. Poco después escuché un pequeño gruñido que supe provenía de ella, y, después un grito.
- ¡Frank! ¡¿Qué demonios pasa?!
Era la voz de Mikey, así que abrí los ojos para saber que hacía ahí, pero me encontré con el rostro de Alicia frente a mí, el cual era completamente distinto. Sus ojos habían cambiado a un color grisáceo, y en su boca se podían observar dos enormes colmillos. Sentí terror.
- ¡Ahora serás mío!
- ¡Mikey!
Alicia me tiró al suelo mientras se acercaba peligrosamente a mi cuello, yo trataba de oponer resistencia, no dejaría que ese demonio me matara. En esas fracciones de segundo, vino a mi cabeza toda la verdad, esas visitas tan sospechosas, nocturnas, su enojo por la canción, ¡alguien sabía su identidad y quería hacérmelo saber!
- ¡Mikey! –grité nuevamente y más desesperado pidiendo la ayuda de mi amigo.
Mikey corría rápidamente hacía mí para ayudarme, pero antes de que pudiera llegar, alguien más me quitó a Alicia de encima.

Ese capitulo lleva mi nombre y por eso ha sido nombrado el mejor capitulo de la historia (?